Señores
DOS HEMISFERIOS PIENSAN MEJOR QUE UNO
Sabemos del padecimiento de Vadim desde que tenía cinco años, cuando nos dijeron que debíamos esperar a los siete años para iniciar un tratamiento. Desde ese momento hemos estado muy pendientes de atenderlo con especialistas y con apoyo psicopedagógico en casa como refuerzo a las actividades escolares, así también recurrimos a apoyo psicológico familiar. Sin embargo, a medida que pasaban los años la situación se nos complicaba pues Vadim a pesar de los esfuerzos acumulaba falencias académicas, frustraciones emocionales, que en la adolescencia se unieron a la rebeldía.
Desde que Vadim entró en Dos Hemisferios hemos visto cambios favorables. Le vemos más seguro de sí mismo, es menos rebelde, lee libros no solo en Dos Hemisferios sino en casa, lo que era impensable hace algunos meses, ha asumido su situación con aplomo y sin complejos. La tranquilidad y la armonía se respiran en casa, todos nos sentimos optimistas con las posibilidades de desarrollo de Vadim al igual que las de su hermano, y aunque sabemos que su tiempo es más lento y que su proceso es distinto tenemos fe en Dios y confianza en Dos Hemisferios de que todo va a obrar para bien.
Este texto fue pensado con la finalidad de compartir nuestra experiencia de vida con un hijo que tiene Déficit de Atención. El camino que nosotros hemos encontrado para fortalecer las cualidades de nuestro hijo y para vencer los obstáculos que representan sus debilidades merece ser compartido. De esa manera podremos solicitar apoyo y juntos hacer de esta población de niños, adolescentes y jóvenes una fuerza intelectual y de amor que trabaje para el bienestar de las familias y la sociedad.